lunes, 29 de noviembre de 2010

III


Pequeña. Minúscula. Insignificante.
Esfuerzos, por otros sí. Por mí nunca.
Puedo entenderlo. Debo entenderlo. Pero acabaré teniendo que pedir perdón por sentirme triste y menospreciada.
Al menos una semana. Quizá más, sin vernos. No parece importarle.


No perdono a la muerte enamorada.
No perdono a la vida desatenta.
No perdono ni a la muerte ni a la nada.
Alimentando lluvias, caracolas,
y órganos mi dolor sin instrumento.
A las desalentadas amapolas
daré mi corazón por alimento.
Tanto dolor que se agrupa en mi costado
que por doler me duele hasta el aliento.


1 comentario:

  1. No descubrí que eras tú por la foto, ni por el comment en mi blog de destrucción masiva, ni por el brillante y poético exhibicionismo sentimental que escribes en esta página blanca. Descubrí que eras tú porque en tu primera entrada escuchabas Pure Narcotic y eso no suele pasar.

    Mañana cañas, ;) cuídate, deshollinadora-detective.

    ResponderEliminar