lunes, 20 de febrero de 2012

XXXVI


"Vivimos en un mundo en el que las segundas oportunidades, las pocas veces que vienen, vienen con condiciones. Cuando una persona espera tanto de otra, en el momento en el que cualquiera de las dos defrauda, parece que se rompe el sistema hasta los cimientos.

A lo máximo que se puede aspirar es a saber perdonar y disculparse cuando alguien ha defraudado. Entender que no hay mentiras con malicia entre personas que se importan, si no que hay miedo, más o menos arraigado y más o menos potente, que impide hacer las cosas como se debería. Cuando una mentira se destapa, cuando alguien decepciona a alguien, hace falta más cariño y más comprensión de la habitual y ahí está la verdadera prueba (si se me permite) de amor. Ser capaces de empatizar con el otro, sentir su culpa o su decepción y saber ofrecer lo que el otro necesita. Ante la debilidad, fuerza. Ante la decepción, comprensión. Ante la mentira, valor. Ante el dolor, comunicación."

Cursiva y comillas para una cita textual sobre un momento especialmente doloroso. Sabemos que es inevitable sufrir a veces, por muy bien que se hagan las cosas, aunque en la mayoría de los casos, no es así. Pero también sabemos que siempre pasa, y que llegaremos a ver un nuevo amanecer.




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